La euforia de los primeros días

Hace tiempo que no me emocionaba tanto la idea de transformarlo todo

Día 10

Después de guardar en el cajón de madera la Posiminia para futuras oportunidades, me decidí a regresar a la barcaza para cerrar con llave. Atravesar la Ciudad Lago para poder realizar la tarea requiere de la guía experta de el pequeño guardián de la isla. Me asomé a la ventana para observar bien el camino. A la orilla del riachuelo de los pensamientos todo era color gris, bloque tras bloque. De repente algo azul o rosa. Parecen todos iguales. Me cuesta trabajo reconocer en qué dirección vamos. Curvas cada cien metros, me obligan a ladearme para mantener lejos el mareo. De repente un olor me hace lagrimear los ojos. -Es una planta- me dice mi guía. Seguimos en silencio. No sé si es el olor, las curvas o el cansancio acumulado. Me gustaría dormir una siesta. Quince minutos bastarán.

Mapa mental para el regreso

*Las vías de un tren
*Vendedora de tunas en la cuchilla
*Airoso ser de gran altura con movimiento frenético
*Olor lacrimoso "de la Planta"
 

 



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