Esta relación madre-hija me recuerda mucho una represa. De aquel lado tu naturaleza materna contenida. De este silencio y sequía

Día 11

Te soñé invocandote porque sabía que hoy era un día simbólico. En esta Tierra de enfermedad solemne, la vanagloria de tu signo me llamó. Aquí. De frente. En medio del onírico viaje puedes hablarme, no voy a despertar. 

Silencio
Vengo de ti
De tu laborioso orgasmico parir
De ti silencio o furia
Me cuentan que eres puro deseo creador

Reconozco tu poder
También
Doloroso y lastimero

Toqué tu puerta una y otra vez
Para regresar a tu calor 
Encontré silencio
De ese que no sana
Del que aleja
Distancia

Evoco tu imagen y te miro en calma
A veces me pasean ideas morbosas en torno a ti
Plin! Un mensajero
De esos en cadena
Aún sigo en la cadena mensajera solo para que esos morbibundos no ronden tan cerca.

No me conoces, quizá ya no te reconozca si nos volvemos a  encontrar. Un año sin verte, desde la infancia sin sentirte.

Cuándo te nombro se que no soy Yo la de estos días quién te invoca. No! Es aquella pequeña Yo que te conoció y te atesora. Se aferra a ti cómo recuerdo. Me agarro de esa mujer madre de antes en mi presente. Porque al conjurarte recuerdo de dónde vengo, abrazo a esa Emilita del ayer. 

Que la distancia y el silencio sean



Comentarios

  1. ¡Emi! Qué de sentimientos desata tu poema. Te abrazo y te quiero 💖💜

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