Esa oscuridad: llaman a mi territorio

Nocturna 1

El baño de luna me permitió sobrevolar la zona, aún en este río de los remedios una puede encontrar seres luminosos. Los carosos por ejemplo te miran a lo lejos con sus lentes circulares, son tres veces el tamaño de una Brujimilia como yo. Siempre van en dos direcciones de ida y vuelta. Hay otros, los cígaros. Ellos solo encandecen en tres tiempos, se apagan lentamente en la tierra, se vuelven ceniza, vuelan y desaparecen dejando su colita en la orilla del camino. Los semísferos cambian de color según su estado de ánimo durante el día. En la noche insomnes solo sus grandes ojos amarillos parpadean. 

Nota mental
Que las lucecitas te recuerden lo efímero de tu viaje, aprieta fuerte sus colores y ahuyenta tu dolor

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